lunes, 16 de agosto de 2010
11:34 | Publicado por
Marie Anne Vincenti |
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Algunas veces, una ventana se cierra tan de golpe y tan violentamente en tu cara, que revienta el cristal en mil pedazos lastimando tu rostro…
Pero una vez que terminas de limpiarte las heridas, te das cuenta, que sin el cristal en medio…Queda mucho más espacio para que mejores y nuevas cosas puedan alcanzarte!
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